domingo, 13 de julio de 2008

Sergio Sarachu-Coironal

13.

(...) agosto se apaga tosiendo en Pulmarí.
Se descompuso la tarde en Ñorquinco, dice la mujer.
Yo chapaleo telarañas a la orilla de tus pechos,
los erizo con el idioma de la punta de los dedos,
los miro desde tus hombros,
los abrazo con los dientes. Me intereso por tu lengua,
esa que decapa los cielos de nieve.
Pero te distrae agosto, que tose por la ventana
y se descompone como la tarde de acá cerca.
Cargo mi rostro descamisado, no sea que (...)




14.


(...) ante tus labios recortados por la lunea del sauce
todo es parsimonia, dejadez del ayer.
Quedan sobre el aire tus pisadas de colchón caliente
y una carta en la heladera.
Más allá, el contorno de tu abrigo
paralizando los momentos del viernes.
El álamo es un lápiz labial sobre la noche.
Como él, baila su duelo la quietud (...)



(De coironal y milhojas. 2008)

1 comentario:

Anónimo dijo...

las palabras son utilizadas como piezas jugando a encajar: a veces la casualidad, a veces la coincidencia, están allí encontrándose y desencontrándose.
Sarachu se regodea en metáforas que bordean el erotismo y que se incrustan en paisajes cercanos, conocidos. Hay despedidas en encuentros...y encuentros con despedidas. Un alma, la de Sarachu, está en el centro y decide su poesía. Hilda con H.