viernes, 26 de septiembre de 2008

Macky Corbalán-Huaritaco

Huaritaco
soy
bailo con el instinto
del universo / del humas / de la perra
representante del dios huari
soy
fémina corrupta de
sexo rapaz y prejuicioso
despierto
encendidas polémicas sobre mi ambivalente lengua
se ponen de acuerdo en desviar sus miradas
escupen mi rostro
evitan el detergente de mis uñas
son duro / impiadosos
pero nada pueden
huraritaco
soy
pese a sus grotescos
esfuerzos por hacerme hijos
desprecio su semen desde mi útero fresco
vuelvo la cabeza
ante sus vacías cuencas frente al sol
soy
la representante en la tierra perversa
del dios huari
de sus huestes de vientre carcomido
voy
encendida / con muslos abiertos a la intriga
tocan mi ternura inhiesta
pretenden avanzar sobre mis muros
yo
dentro de mis tierras
mastico / baño el cuerpo en leches violentas
leo fulgurantes letras en la piedra
sus artilugios son tan ingénuos
como los ojos del niño escondidos en el piso
para mi dolor
- me se el rostro de todos los dolores -
huaritaco
soy
bailo
danzo por la panza de la noche
que sigue
en celo.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Raul Mansilla. Kallfumalen

No son tus labios este cielo gris encapotado
ellos tenían el sabor del verano
aún en la ciudad enloquecida
mientras saqueábamos supermercados.
Harina sillitas sillones lechones flores robadas que luego
se secaron y hoy son cenizas del duelo.
Pero no son tus labios este mayo gris este cielo
lo tuyo es la palabra deja vu escrita en rojo
la cima del mundo desde donde miraba mi paz
el reposo del guerrero torre de babel en mí todas las
lenguas en mí todas lenguajes de fuego de agua de
antiquísimas mujeres azules. Kallfumalen.

Sacerdotisa azul y roja pequeña obra acodada en la mesa
de lenga riendo como si nada
cortando en hebras mi corazón
moviendo tus labios en olas que corrían mi piel
y la arrumbaban hasta el fin del hombre.

No son tus labios este cielo gris el espacio donde ahora
me hundo sin protección.
Circo mal hecho ciudad con sed lugar donde bebo a dos
manos con la sed de todos cuenco donde habitan
dragones que hablan un particular fuego criado en el
crimen. Fuego tierno irresistible que quema de a poco
mis ojos rojos de extrañarte mis ojos rojos de magma.

Me perdí en el recuerdo de tus labios viniendo a mí
no como este cielo gris tus labios
mujer azul y roja. VOLVE DEL COLOR QUE
QUIERAS a cambiar este cielo borrá
con tus labios inefables este mayo sacá el rojo de mis
ojos volále la tapa de los sesos a los edificios que nos
separan a las cuatro cuadras miserables que no me dejan
ver ese reposo esa paz multicolor ese mullido lugar
donde descansaba.

De Ojos Rojos. Libros celebrios. Neuquén, 2004.